La televisión es una fábrica de mundos, de generar realidad social , porque la representa y porque al representarla produce mediaciones, la reestructura y la expresa en modelos diferentes de representación. Se producen así diferentes relaciones entre televisión y realidad , entre apariencia y verdad. El valor de espejo de realidad de la televisión se conjuga con el factor espectacular de la misma. Lo cierto es que se produce una continua interacción entre realidad y televisión.
Tal y como César Coca asegura en su libro “La caja sucia. Telebasura en España”, «la televisión ha dejado de mostrar la realidad para construirla, porque es más barato». Según el sociólogo “es una forma de televisión caracterizada por el morbo como soporte para atraer audiencia y con un enfoque distorsionado de los personajes.” Es decir, estamos llegando, o lo que es peor, hemos llegado a una televisión que convierte lo privado en público, que trivializa géneros periodísticos, en la que hay grito en lugar de debate; enfrentamiento y linchamiento, en vez de diálogo. Y una televisión en la que se entroniza a la 'ordinary people', a la que convierte en experta de algo sin saber nada. A este fenómeno se le ha dado el nombre, como ya dije, de Telerealidad, telebasura o reality show y existen, según Wikipedia, tres tipos principales de telerrealidad:
b) Cámara escondida: la cámara observa a personas que “ignoran” que son filmadas. Suele utilizarse en programas que hacen bromas o enfrentan a la gente a situaciones inverosímiles y filman sus reacciones para entretener a su audiencia.
c) Concurso de telerrealidad: un grupo de personas en un ambiente cerrado compiten por un premio, mientras son observados de forma contínua por las cámaras. La competencia es uno de los incentivos de situaciones dramáticas más explotados.
Realmente a pesar de lo que su nombre implica, la telerrealidad rara vez muestra situaciones verdaderamente espontáneas, pues los individuos son puestos por lo general en escenarios que no les son familiares o fuera de su contexto de vida. Utilizando para ello la omnipresencia de cámaras televisivas en todas las actividades cotidianas de los protagonistas durante la duración de la emisión.
A día de hoy hay multitud de formatos o programas dentro de este género, pero los más destacados son los siguientes:
- Tipo Superviviente (La selva de los famosos, Supervivientes...), donde un grupo heterogéneo de personas es llevado a un lugar remoto sin servicios elementales, en el cual deberán buscar su sustento y deberán competir para obtener productos elementales.
- Tipo Gran Hermano (La casa de tu vida, la granja de los famosos, GH, el Bus...), : Su nombre lo toma del personaje de la novela de Orwell, 1984, escrita en 1948. Este escritor imagina cómo sería el mundo en 1984 y construye a los hombres viviendo bajo la vigilancia de un dictador, El gran hermano, que todo lo veía y controlaba. Aplicaron la idea con un grupo de personas dentro de una casa y tuvo mucho éxito.
- Tipo Academia (Operación Triunfo, Fama, Factor X, ...): aspirantes a cantantes, bailarines, etc son seleccionados para habitar en una escuela de arte cerrada, donde reciben lecciones y son eliminados en función de su habilidad juzgada por jueces, o bien por el voto popular.
- Tipo Soltero (Hombres y mujeres y viceversa, Granjero busca esposa...): un hombre o mujer solteros deberá elegir entre un grupo de pretendientes. En esta clase de emisiones, suele ser el soltero el que decide quién prosigue en la competición.
- Tipo Imagen (Cuestión de peso, Cambio radical...): programas que cambian la imagen de los participantes, ya sea por simple estética o por factores de salud, como la obesidad.
Se trata de un repertorio amplio de programas muy controvertidos, de difícil definición y en evolución continua, blasfemados por algunos, cuestionados por todos, que han recibido apelaciones despectivas (telebasura), pero que han alcanzado lugares de privilegio en las parrillas de las cadenas (prime time) y gran éxito de audiencia, batiendo en algunos casos récords de audiencia históricos en la televisión española.
Como afirma Mª Dolores Cáceres, Profesora de Teoría de la Comunicación en la Universidad Complutense de Madrid, “la principal característica de estos programas es que parten de la realidad de la mano, principalmente, de sujetos anónimos, pero con un tratamiento basado en la espectacularización que los aleja de ella: son una construcción mediática y social no exenta de valores e ideología”.
Sobretodo que no se puede olvidar que se trata de una realidad espectacularizada, es decir con un tratamiento que “utiliza técnicas de recreación, dramatización, guionización y reconstrucción, que a veces los aproxima a la ficción y los aleja de la realidad;” la cual solo tiene atractivo para la audiencia con el aderezo de lo dramático, lo inusual, lo extremo, lo llamativo, lo escabroso, lo emotivo, en definitiva, lo espectacular.
Y no solo que lo que aparece en la pantalla pantalla no es la realidad sino que la televisión no muestra toda la realidad. Para que nos entendamos seguidores del Blog, lo que se muestra es real, porque se trata de personas reales en situaciones reales, pero con un tratamiento que lo acerca a la ficción. Y según la profesora Cáceres, "los acontecimientos que muestra la telerrealidad no son verdaderos ni falsos, sino acontecimientos mediáticos." Totalmente de acuerdo.
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